Entre 2015 y 2017 re-abrí el portal de Chijuana, la primera vez que lo hice fue en 2007 y 2009. En las dos experiencias buscaba conocer formas en que las comunidades chinas practican su cultura y siguen preservándola. Este álbum fotográfico muestra la segunda etapa cuando me reencontré con comunidades del pasado e hice nuevas relaciones. En muchos momentos nuestra convivencia era guiada por señas y apoyada por la tecnología virtual. Mi maestra de Mandarín Winnie me enseñó a decir Wǒ shì wéiní de péngyǒu (yo soy amiga de Winnie), aún somos amigas, la acompañé durante su embarazo a Los Ángeles. Aún veo a Ana, otra amiga con quien platico cuando viene desde Los Ángeles, su papá ya se regresó a China, también el abuelo de Sofía. La fábrica de ropa sigue en producción, cerraron muchos restaurantes durante la pandemia, Winnie está en Canadá y varios se fueron a seguir comerciando al Este de la frontera Mexicana. En 2023 veo que aunque la población ha disminuido, el portal de Chijuana sigue existiendo.

 

En proceso  

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Proyecto apoyado por el programa Jóvenes Creadores de FONCA 2016-2017