top of page

66 Horas en colaboración con Yátzil Ikal

Instalación video-micrográfica

Serie de Fotografías

En el 2017 la parte de en medio de mi cuerpo se convirtió en espacio: un lugar temporal para la semilla creciente generadora de componentes exclusivos para el inicio de cualquier vida (antes de la luz). Nueve meses de transición en los que debía beber un galón de agua al día y así nutrir a una descendiente Maya y  apoyar  la expansión de su atmósfera efímera. Cuando Yátzil Ikal terminó su desarrollo tuvo que emigrar hacia un espacio en otra dimensión, pasando por un pequeño eterno trayecto se enfrentó a la primera frontera del planeta Tierra: mi cervix. Mi cuerpo dejó de ser espacio para engendrar vida y se transformó en transporte. El ritual de convertirme en madre fue guiado por una espera dolorosa. Todo terminó cuando mi vagina se convirtió en una corona en la parte superior de su cabeza. Entonces, envuelta en luz, su comienzo empezó.

66 Horas en colaboración con Yátzil Ikal es una instalación video-micrográfica de 3 canales. Usé una cámara adaptada a microscopio para filmar material que mi cuerpo produjo mientras, durante y después de haber dado a luz: líquido amniótico, meconio, placenta fresca y deshidratada, leche materna y regurgitación. El audio mezcla una narración bilingüe de la historia basada en la experiencia de concepción, embarazo, labor de parto junto con sonidos de amamantamiento, respiración, arrullo, doctores, corazón dentro de mi útero y los sonidos de dolor en un acto catártico realizado en el mar.

 

Esta pieza evidencia la relación entre el acto de dar vida/nacer y el origen del universo, enfatizando en el poder femenino de convertirse en madre.

Vista de Instalación en Performance Space, Visual Arts Facility Universidad de California en San Diego, 2019

bottom of page